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Aquí tienes una pregunta que me hacen con frecuencia::
“Mi(s) cachorro(s) recién nacido(s) tiene(n) heces blancas. ¿Qué significa esto?”
Cuando digo “recién nacidos”, me refiero específicamente a los cachorros de menos de 3 semanas.
Este fenómeno, aunque alarmante para algunos, suele ser una manifestación clínica típica de una condición llamada malabsorción o maldigestión.
El color blanco de las heces indica la leche que estos recién nacidos han consumido pero no han podido digerir correctamente.
Es un fenómeno que puede atribuirse a la inmadurez de su sistema digestivo, que aún no es completamente capaz de gestionar eficientemente el proceso de digestión.
Una cosa de la que estoy absolutamente seguro, y en lo que insisto, es que esta situación siempre debe tomarse en serio.
No se trata solo de una curiosidad insignificante, sino de una preocupación potencial para la salud de estos animales, que requiere una atención inmediata, no hay duda al respecto.
La razón de esta urgencia radica en las posibles consecuencias de esta condición.
De hecho, la deshidratación rápida y la hipoglucemia pueden ocurrir debido a la malabsorción o maldigestión.
Estas condiciones, aunque manejables en animales más grandes, a menudo son mortales en los cachorros recién nacidos debido a su fragilidad y su sistema inmunológico inmaduro.
Los riesgos son altos y el margen de error es pequeño, por lo tanto, es crucial actuar rápidamente tan pronto como se observen estos signos.

¿Qué causa estas heces blancas en los cachorros recién nacidos?
- Septicemia vs. glotonería
¿Has notado heces anormales en tus cachorros recién nacidos?
Es crucial entender que la presencia de heces blancas puede ser un signo de problemas de salud graves, como septicemia o sobreconsumo, comúnmente conocido como glotonería.
Es esencial aprender a distinguir estas condiciones y actuar de inmediato para garantizar la salud de tu camada.
Las heces “normales” en los cachorros recién nacidos suelen ser de color naranja, con una consistencia blanda pero no dura ni líquida.
A veces puede ser difícil de observar, ya que la madre las consume con frecuencia, pero definitivamente es algo a tener en cuenta cuando crías una camada de cachorros.
Si algo anda mal, a menudo encontrarás indicios, como signos de diarrea, por ejemplo, dentro de la zona de crianza.
Comprender estos signos es una parte esencial para garantizar la salud y el bienestar de tus cachorros recién nacidos.
No se trata solo de criarlos, sino de criarlos adecuadamente, y eso comienza por comprender y atender sus necesidades de salud.
Hay dos razones principales para las heces blancas en estos recién nacidos:
– Glotonería:
¿Qué sucede cuando un cachorro recién nacido muestra una tendencia a beber en exceso mientras mama de su madre?
Este escenario es más común de lo que se piensa y puede llevar a una condición conocida como sobreconsumo o “glotonería”.
En esta situación, el cachorro consume leche en cantidades mucho mayores de las que su sistema digestivo, que aún está en desarrollo, puede manejar.
Este exceso de consumo supera sus capacidades digestivas, lo que resulta en una situación en la que la leche ya no se digiere correctamente.
Como resultado, la leche no digerida pasa a través del sistema del cachorro, lo que provoca que sus heces se vuelvan blancas.
Este es un claro signo de malabsorción, que indica que los nutrientes presentes en la leche no se absorben correctamente por el sistema digestivo del cachorro.
Además, estos cachorros suelen sufrir de diarrea, una condición que puede provocar deshidratación si no se trata rápidamente.
Esto es una preocupación seria, especialmente para los cachorros recién nacidos, ya que sus cuerpos aún no están preparados para enfrentar tal estrés.
– Septicemia:
La septicemia neonatal, una infección sistémica en los recién nacidos, sigue siendo una condición compleja y poco comprendida cuando se trata de cachorros recién nacidos.
Los agentes causantes de la septicemia suelen ser bacterias, que pueden provenir de diversas fuentes.
Pueden transmitirse de la madre, a través de la leche o la cavidad bucal, o pueden provenir del entorno, especialmente en casos donde las medidas de higiene no son apropiadas.
Una vez más, estas bacterias alteran el proceso digestivo en los cachorros recién nacidos, llevando a condiciones como maldigestión y malabsorción.
Esto puede tener efectos visibles, uno de los cuales es un cambio en el color de las heces del cachorro.
Cuando se produce septicemia y se interrumpe la digestión, las heces de los cachorros afectados pueden volverse blancas.
Es una clara señal de que el cuerpo del cachorro no está digiriendo adecuadamente y no está absorbiendo los nutrientes necesarios de su alimentación.

¿Qué hacer cuando se observan heces blancas en los cachorros recién nacidos?
¿Cómo determinar si las heces blancas en sus cachorros recién nacidos son resultado de septicemia o glotonería?
Siempre es difícil hacer la distinción entre ambas, ya que ambas pueden presentar síntomas similares.
Sin embargo, al observar detenidamente a tus cachorros, puedes notar otros signos clínicos que podrían ayudarte a acercarte mejor a la situación.
Por ejemplo, si observa signos de debilidad o convulsiones, podría ser un indicador de hipoglucemia neonatal, una condición que puede ocurrir en cachorros con septicemia.
De igual manera, si sus cachorros lloran después de mamar de su madre, podría ser una señal de que la leche está contaminada, lo que eventualmente podría llevar nuevamente a una septicemia.
Además de estos signos, cualquier otro comportamiento que considere anormal puede ser una señal de advertencia. Esto puede incluir cambios en sus hábitos alimenticios, letargo o vocalizaciones inusuales.
En tales casos, solo hay un curso de acción adecuado: buscar atención veterinaria de inmediato.
Es crucial obtener una opinión profesional, ya que puede ser necesario un tratamiento médico para preservar la salud de tus cachorros.
Recuerda, la intervención temprana es esencial cuando se trata de problemas de salud en cachorros recién nacidos.
Si el recién nacido parece estar bien y sospechas de glotonería, aquí tiene lo que puedes intentar en un primer momento:
- Alimentar con biberón:
Esta forma de alimentación puede marcar la diferencia en cuanto al manejo del suministro de alimentos de tu cachorro recién nacido.
Al alimentar al cachorro con biberón, tiene la capacidad de controlar con precisión la cantidad de leche que recibe diariamente.
Esto puede ayudarse a evitar los efectos no deseados del sobreconsumo que pueden causar problemas digestivos.
Algunas fórmulas de leche maternizada disponibles en el mercado están diseñadas especialmente para mejorar la salud digestiva.
Estos productos a menudo contienen prebióticos como los fructo-oligosacáridos (FOS), que pueden ayudar a regular el proceso digestivo en tu cachorro.
Estos prebióticos promueven el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino, lo que facilita la digestión y absorción de nutrientes.
Si el problema con su cachorro es efectivamente la glotonería, deberías observar un retorno al color y la consistencia normal de las heces en menos de 24 horas después de comenzar la alimentación con biberón.
Una vez que todo haya vuelto a la normalidad, puedes intentar permitir que el cachorro vuelva a mamar de su madre.
Sin embargo, es importante vigilar la situación de cerca.
Si las heces blancas vuelven a aparecer, puede ser necesario continuar alimentando al cachorro con biberón hasta que esté destetado.
Este enfoque garantiza que tu cachorro reciba los nutrientes que necesita sin sobrecargar su sistema digestivo.
- Ten en cuenta que en los cachorros recién nacidos, la defecación y la micción son reflejos generalmente estimulados por la madre que lame su área perineal.
Esto es parte integral de los cuidados proporcionados al comienzo de sus vidas.
Si se encuentra en una situación en la que debes criar a mano a estos cachorros jóvenes, es importante reproducir este proceso natural.
Después de cada comida, estimula suavemente el área perineal del cachorro utilizando un paño suave o algodón.
Esto los animará a eliminar correctamente, lo que ayudará a mantener su salud digestiva y bienestar general durante estas primeras semanas críticas.
- Monitorear el aumento de peso de los recién nacidos
Vigilar el aumento de peso de los cachorros recién nacidos es un aspecto crucial de su cuidado.
Una regla básica en neonatología de animales pequeños es que un cachorro saludable debe ganar peso diariamente.
Esta ganancia de peso regular es un indicio de que el cachorro se está alimentando adecuadamente y absorbiendo los nutrientes necesarios de su dieta.
Si hay un equipo que recomendaría encarecidamente a cualquier persona que cuide cachorros recién nacidos, es una báscula.
Pesando regularmente a sus cachorros podrá hacer un seguimiento de su crecimiento e identificar rápidamente posibles problemas de salud.
Con frecuencia, cuando algo no va bien, la pérdida de peso o la falta de aumento de peso serán los primeros signos clínicos que note.
Después de comenzar a alimentar a los cachorros con biberón, debería observar un aumento de peso constante en las primeras 24 horas.
Esto es una señal positiva, que indica que los cachorros responden bien a la alimentación con biberón y digieren adecuadamente la leche maternizada.
Sin embargo, si no observa este aumento de peso, es importante consultar a su veterinario lo antes posible.
La falta de aumento de peso en un cachorro recién nacido puede ser indicio de problemas de salud subyacentes que deben tratarse rápidamente.
Recuerda, una intervención temprana es esencial para garantizar la salud y el bienestar de sus cachorros.

Los recién nacidos no son “pequeños” adultos.
Recuerdo una conversación telefónica que tuve hace algunos años con un criador francés, una persona dedicada que había enfrentado el problema de las heces blancas en sus cachorros recién nacidos unos meses antes.
Estaba buscando respuestas, tratando de entender la causa y encontrar una solución para evitar que esto se repitiera en sus futuras camadas.
Durante nuestra conversación, mencionó que le quedaban antibióticos de un tratamiento que le había dado a uno de sus perros adultos.
Se preguntaba si podía usar esos antibióticos de la misma manera para los cachorros recién nacidos si volvía a ocurrir el problema de las heces blancas.
Recuerdo haberle dicho: “Llámame primero. Los recién nacidos NO son pequeños adultos”. Este es un punto crucial que todos los criadores y dueños de mascotas deben entender.
La fisiología de los cachorros recién nacidos es muy diferente a la de los perros adultos.
Su cuerpo aún está en desarrollo y su capacidad para metabolizar medicamentos, incluidos los antibióticos, no es la misma que en los perros adultos.
De hecho, las dosis, la frecuencia de administración e incluso los tipos de medicamentos que se pueden utilizar son muy diferentes para los recién nacidos.
Aunque puede ser tentador recurrir a la automedicación, especialmente cuando tienes medicamentos almacenados, las consecuencias potenciales pueden ser graves.
El uso incorrecto de los antibióticos no solo puede ser ineficaz, sino que también puede provocar efectos secundarios, empeorar la gravedad del problema y potencialmente llevar a otras complicaciones de salud.
Investigaciones actuales proporcionan evidencia convincente de que los tratamientos con antibióticos administrados durante el período neonatal pueden tener impactos significativos y duraderos en el desarrollo del microbiota digestivo en los cachorros.
El microbiota digestivo, un ecosistema complejo de bacterias que habita en el intestino, juega un papel crucial en la digestión, la absorción de nutrientes y la función inmunológica.
Las alteraciones en este delicado equilibrio durante estas etapas críticas tempranas de la vida pueden desencadenar una serie de problemas de salud.
Específicamente, estas alteraciones podrían eventualmente dar lugar a trastornos gastrointestinales crónicos más adelante en la vida del animal.
Estos trastornos pueden manifestarse en episodios recurrentes de diarrea, estreñimiento, distensión abdominal y otros malestares digestivos que pueden afectar considerablemente la calidad de vida del cachorro.
Por lo tanto, es esencial abordar el uso de antibióticos en los cachorros recién nacidos con precaución y siempre bajo la supervisión de un profesional veterinario.
Antes de considerar cualquier forma de intervención médica, siempre es recomendable consultar a tu veterinario.
Ellos tienen el conocimiento y la experiencia necesarios para guiarte en la toma de las mejores decisiones para la salud de tus cachorros.
Siempre es mejor preguntar antes de actuar, ya que lo que puede parecer una solución sencilla podría llevar a un grave error.
Recuerda, cuando se trata de la salud de tus cachorros, es mejor prevenir que curar.
Asegurarte de que reciban
los cuidados y tratamientos adecuados, adaptados a sus necesidades específicas, es fundamental para su crecimiento y desarrollo.

One of the most common challenge we encounter in breeding kennels is NEONATAL MORTALITY.
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One thought on “Heces blancas en el cachorro recién nacido: ¿qué significa eso?”