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Mientras observaba a mi nieta, Emily, riendo a carcajadas mientras jugaba con nuestro perro familiar, Charlie, no pude evitar recordar los innumerables momentos cálidos que habían compartido. Recordé la primera vez que trajimos a Emily a casa desde el hospital, y Charlie curiosamente olfateó sus pequeños dedos, como si prometiera protegerla. Poco sabía yo que este valioso vínculo no solo traería alegría a nuestra familia, sino que también podría contribuir de manera profunda a la salud de Emily.
¿Bonita historia, verdad?
En un mundo donde las alergias y el asma parecen estar en aumento, cada padre quiere darle a su hijo la mejor oportunidad de una vida saludable. Hacemos todo lo que está en nuestro poder para protegerlos de los desencadenantes potenciales, a menudo invirtiendo en costosos purificadores de aire, ropa de cama hipoalergénica y otros productos.
¿Pero qué pasaría si la respuesta para reducir el riesgo de alergias y asma en nuestros hijos estuviera justo debajo de nuestros pies, moviendo la cola?
Un reciente estudio ha puesto de manifiesto la interesante relación entre la exposición temprana a un perro, las alergias infantiles y el asma. Los investigadores descubrieron que el microbioma intestinal, un ecosistema complejo de bacterias que vive en nuestro sistema digestivo, desempeña un papel crucial en la formación de nuestro sistema inmunológico.
Esta investigación fascinante sugiere que la presencia de nuestros amigos de cuatro patas en nuestros hogares podría influir en el microbioma intestinal de nuestros hijos de una manera que podría protegerlos contra las alergias y el asma.

¿Los perros: un remedio natural para la salud de los bebés?
Vamos a explorar cómo los científicos descubrieron esta fascinante conexión y cómo la estudiaron.
En primer lugar, los investigadores querían saber si tener un perro en el interior de una casa podía influir en el desarrollo del microbioma intestinal de los bebés.
El microbioma intestinal es como una enorme ciudad bulliciosa de pequeñas bacterias que viven en nuestro sistema digestivo, y estas pequeñas criaturas juegan un papel vital en el desarrollo de nuestro sistema inmunológico.
Si los perros pudieran tener un impacto en este mundo microscópico, esto podría ayudar a explicar por qué los niños que crecen con perros parecen tener menos problemas de alergia y asma.
Entonces, ¿cómo estudiaron esto los investigadores?
En primer lugar, reunieron a un grupo de mujeres embarazadas, algunas con perros en casa y otras viviendo en hogares sin mascotas.
Querían comparar las diferencias entre los bebés nacidos en estos dos entornos para ver si había algún cambio perceptible en su microbioma intestinal.
Después del nacimiento de los bebés, los científicos tomaron muestras de heces de los recién nacidos en diferentes momentos, desde una semana hasta 18 meses.
Quizás se estén preguntando por qué utilizaron muestras de heces.
Bueno, es porque las heces pueden decirnos mucho sobre las bacterias que viven en nuestro intestino, lo que brinda a los investigadores información valiosa sobre el microbioma intestinal del bebé.
Para analizar estas muestras, los investigadores utilizaron una técnica sofisticada llamada secuenciación ribosomal 16S.
Es como tomar una foto de todos los diferentes tipos de bacterias que viven en el intestino en un momento dado.
Además de las muestras de heces de los bebés, los investigadores también tomaron muestras de las madres.
Realizaron tomas vaginales y rectales durante el período perinatal (que es justo antes y después del parto) y muestras de heces de algunas madres.
Esto les ayudó a comprender si el microbioma de la madre tenía alguna influencia en el microbioma intestinal del bebé.
Para dar sentido a todos estos datos, los investigadores examinaron cómo diferentes factores, como tener un perro o no, afectaron el microbioma intestinal del bebé teniendo en cuenta otras cosas que también podrían tener un impacto, como la edad del bebé o el microbioma de la madre.

¿Los perros: un activo para la prevención de las alergias?
Y esto es lo que descubrieron en su estudio:
Los bebés expuestos a los perros tienen microbiomas intestinales más diversificados.
Uno de los hallazgos más interesantes fue que los bebés que vivían con perros en el interior tenían microbiomas intestinales más diversificados en comparación con los provenientes de hogares sin mascotas. Esta mayor diversidad fue especialmente notable entre los 3 y 6 meses. Imagínalo como un jardín lleno de colores y una variedad de plantas, en comparación con un jardín con solo unos pocos tipos de plantas. Un microbioma intestinal más diverso se considera beneficioso porque contribuye a un sistema inmunológico más fuerte, que puede ayudar a proteger contra las alergias y el asma.
El estudio también reveló que el impacto de la exposición al perro en el microbioma intestinal fue más notable en los bebés alimentados con biberón. Esto significa que los beneficios de tener un perro en casa, al menos en términos de diversidad del microbioma intestinal, fueron más evidentes en los bebés que no fueron amamantados.
Por último, los investigadores descubrieron que tener un perro en casa estaba asociado con un aumento en tipos específicos de bacterias en el intestino del bebé. Estos incluyen Fusobacterium, Collinsella, Ruminococcus, Clostridaceae y Lachnospiraceae. Aunque estos nombres pueden parecer sacados de una película de ciencia ficción, son simplemente diferentes grupos de bacterias que podrían desempeñar un papel en el desarrollo del sistema inmunológico del bebé e influir en su riesgo de alergias y asma.
Estos hallazgos sugieren que tener un perro en casa durante el embarazo y los primeros años de vida puede tener un impacto positivo en el microbioma intestinal de un bebé, potencialmente fortaleciendo su sistema inmunológico y reduciendo su riesgo de desarrollar alergias y asma.
Es un hallazgo fascinante sobre el papel de las mascotas en la salud de nuestros hijos.

Perros y bebés: una amistad beneficiosa.
Pero espera, es posible que te preguntes: “¿Qué significa esto para las alergias y el asma?”
Nuestro microbioma intestinal, esa metrópoli de pequeñas bacterias microscópicas que habita en nuestro sistema digestivo, desempeña un papel importante en el desarrollo de nuestro sistema inmunológico. Un microbioma intestinal más diverso es como tener un equipo bien equilibrado de bacterias superhéroes trabajando juntas para ayudar a nuestro cuerpo a combatir posibles amenazas. Al influir en el microbioma intestinal, los perros podrían indirectamente ayudar a fortalecer el sistema inmunológico del bebé, haciéndolo más resistente a las alergias y el asma.
Aunque el estudio que hemos discutido ofrece perspectivas emocionantes sobre la relación entre la exposición a los perros, el microbioma intestinal y la salud, es importante recordar que no proporciona todas las respuestas. Los investigadores aún deben profundizar para establecer un vínculo directo entre los cambios específicos en el microbioma intestinal del bebé causados por los perros y una reducción en el riesgo de trastornos alérgicos. Piensa en este estudio como un mapa del tesoro que señala a los científicos en la dirección correcta, pero aún deben seguir las pistas para descubrir el premio final: una mejor comprensión de cómo los perros pueden ayudar a reducir el riesgo de alergias y asma en los niños.
Si futuras investigaciones confirman el vínculo entre la exposición a los perros, los cambios en el microbioma intestinal y la reducción del riesgo de alergias, esto podría abrir nuevas perspectivas emocionantes para la prevención de las alergias. Imagina un mundo donde nuestros amigos de cuatro patas no solo sean nuestros mejores compañeros, sino también aliados esenciales en la lucha contra las alergias y el asma. Esto podría cambiar nuestra forma de abordar la gestión de las alergias, conduciendo a estrategias innovadoras que aprovechen el poder de nuestro microbioma intestinal y nuestra relación con los perros.
Aunque no podemos afirmar con certeza que tener un perro en casa garantice que tu hijo esté libre de alergias, los resultados de este estudio sugieren que nuestros compañeros caninos podrían desempeñar un papel en la reducción del riesgo de alergias y asma.
Mientras los científicos continúan explorando esta fascinante conexión, es bueno apreciar las muchas formas en que los perros enriquecen nuestras vidas, proporcionando amor y compañía incondicionales y potencialmente contribuyendo a crear un futuro más saludable para nuestros hijos.

Perros para fortalecer la inmunidad de los bebés.
Como hemos visto en esta exploración de los perros, los microbiomas intestinales y la salud infantil, nuestros amigos de cuatro patas podrían tener un papel más importante en nuestro bienestar de lo que nunca imaginamos.
Entonces, ¿cómo podemos abrazar y apoyar estas interacciones entre perros y bebés para un futuro más saludable?
Aquí hay algunas ideas para ayudarlo a comenzar:
Introduzca a los perros a los bebés de manera segura: La presentación de su bebé a un perro debe hacerse con precaución y supervisión. Asegúrese de que su perro esté bien socializado y siempre supervise sus interacciones para garantizar que el bebé y el perro estén seguros y cómodos. Esto creará un ambiente positivo para que ellos se vinculen y potencialmente se beneficien de los beneficios para la salud de su conexión.
Mantenga un hogar limpio y saludable: Aunque los perros pueden ayudar a estimular la diversidad del microbioma intestinal de un bebé, es esencial mantener un ambiente de vida limpio y saludable. Limpie su hogar regularmente y asegúrese de que su perro esté bien cuidado e al día en sus vacunas y visitas al veterinario. Esto ofrecerá lo mejor de ambos mundos: un hogar lleno de amor y bacterias beneficiosas, sin gérmenes no deseados.
Eduque a otros sobre los beneficios: Haga conocer los posibles beneficios de las interacciones entre perros y bebés compartiendo esta información con sus amigos y familiares. A medida que más personas tomen conciencia del impacto positivo que los perros pueden tener en la salud de nuestros hijos, esto podría llevar a un cambio en la percepción sobre nuestros amigos de cuatro patas y su papel en nuestras vidas.
Al comprender y adoptar el poder de las interacciones entre perros y bebés, podemos abrir el camino a formas innovadoras de promover la salud y el bienestar para las generaciones venideras.
Y ahora, volvamos a nuestra historia del principio 🙂
Fue una experiencia reveladora para mí darme cuenta de que simplemente teniendo a Charlie en casa, podríamos potencialmente modificar el microbioma intestinal de Emily de una manera que podría fortalecer su sistema inmunológico y protegerla contra alergias y asma.
Al pensar en las innumerables veces que Emily y Charlie se revolcaron en el suelo de la sala de estar, imaginé el mundo invisible de microorganismos que intercambiaron durante su tiempo de juego.
Era como si en cada lametón y abrazo, Charlie transfiriera a Emily un ejército microscópico de bacterias beneficiosas que ayudaban a fortalecer su sistema inmunológico.
A medida que Emily crecía, era evidente que era diferente de otros niños.
Mientras que sus compañeros a menudo luchaban contra los resfriados y los ojos llorosos, Emily rara vez se enfermaba.
A menudo me preguntaba si nuestro querido Charlie tenía algo que ver con ello.
Mientras estaba sentado en el sofá, viendo a Emily y Charlie persiguiéndose por la sala de estar, no podía evitar sentir gratitud por la conexión que compartían.
Era un vínculo que trascendía la amistad y la compañía, entrelazando los hilos de su salud y bienestar.

One of the most common challenge we encounter in breeding kennels is NEONATAL MORTALITY.
It can be very frustrating… even heart-breaking.
Good news though : you can do something about it !
We now have more knowledge than ever in this discipline.
In recent years, new research brought us a much better understanding of what can be done to optimize the health of newborn puppies.
By taking this course, this is what you will learn indeed !
2 thoughts on “Perros y bebés: una combinación ganadora para la salud.”